jueves, 31 de octubre de 2013


ANTECEDENTES

En octubre de 1963, estableció el Bosque Nacional del Apurímac con dos sectores: el sector Ene, sobre la margen izquierda del río Ene y el sector Apurímac, sobre la cordillera del Vilcabamba y entre los ríos Apurímac, Ene, Tambo y bajo Urubamba. En conjunto, el Bosque Nacional Apurímac tenía una extensión de 2 071 700 hectáreas y era el mayor de los trece bosques nacionales creados por esa norma en todo el territorio del país.
El 28 de abril de 1988, la Resolución Suprema 186-88-AG/DGFF resolvió considerar de libre disponibilidad los bosques pertenecientes al sector Ene y Reserva para el Estado el sector Apurímac con 1 669 300 hectáreas, bajo la denominación de “Zona Reservada del Apurímac”.

En septiembre de 1992, CEDIA (Centro para el Desarrollo del Indígena Amazónico)presentó a la Agencia Agraria Quillabamba el expediente técnico para el establecimiento de la Reserva Comunal de Vilcabamba “Pavlik Nikitine”; seis años después, en junio de 1998, la Dirección Regional Agraria Inka-Cusco envió el expediente con su informe favorable a la Sede Central del INRENA para continuar con los trámites del establecimiento oficial de la Reserva Comunal.

Luego de un largo proceso de consulta con las organizaciones indígenas representativas y las comunidades nativas, en el año 2002 se generó la propuesta de categorización de la Zona Reservada Apurímac, la misma que fue aprobada el 13 de enero de 2003, esta norma estableció la creación de tres Áreas Naturales Protegidas: el Parque Nacional Otishi (305 973.05 ha), la Reserva Comunal Ashaninka (184 468.38 ha) y la Reserva Comunal Machiguenga (218 905.63 ha).





 
OBJETIVOS DE CREACION

Su objetivo general es contribuir a la conservación de los recursos naturales de la vertiente oriental de la cordillera de Vilcabamba, permitiendo a las poblaciones indígenas del valle del bajo Urubamba, continuar con el usufructo tradicional, permanente y sostenible de los mismos.

Los objetivos secundarios son:

• Garantizar el aprovisionamiento permanente de alimentos para las poblaciones indígenas aledañas, disminuyendo la presión de las actividades de caza, pesca y recolección al interior de sus territorios titulados.

• Asegurar la participación de las comunidades nativas del bajo Urubamba en la conservación de su medio ambiente, propiciando la mejora de sus condiciones de vida y respetando sus derechos legítimos al aprovechamiento sostenible y la recomposición de sus territorios ancestrales.

• Garantizar la producción permanente de los recursos hídricos, de flora y fauna de toda la vertiente oriental de la cordillera de Vilcabamba, validando el sistema de manejo de los recursos desarrollado por las poblaciones indígenas del área.

• Revalorar y proteger la herencia cultural machiguenga, así como los sistemas productivos adaptados a las características ecológicas del área y su entorno.

• Apoyar la intangibilidad del Parque Nacional Otishi, al servir de zona de amortiguamiento entre éste y los terrenos de comunidades nativas y colonos adjudicatarios.







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